FUENTE:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Isabel se sube al patín del diablo en una calle inclinada, pero al no poder controlarlo, un auto la atropella; su amiga Valeria queda aterrada.
Fernando dice a Ana que esa noche va a sacar a Roxana de su casa y lo tiene que ayudar.
Santos dice a María que tiene algo muy importante que decirle, pero en ese momento el Coloso los llega a presionar porque van a empezar la primera tanda.
Rubén va a la vivienda de Amalia para hablar con ella y ofrecerle una disculpa por lo que sucedió con Lorena.
María y Santos cantan a dueto y hacen que el público quede encantado con ellos. Santos dice a María que su familia ya le mandó dinero y ha decidido irse a Los Ángeles al siguiente día.
María se pone muy triste al saber que Santos se va a ir, le dice que siente que ya no va a regresar; se abrazan y besan con mucha tristeza. El Coloso resiente al ver que María y Santos se besan, pero se pone feliz cuando Santos le dice que al siguiente día se regresa a Los Ángeles.
Dos hombres van por Michael a su celda y sin decirle nada, lo sacan; Michael se asusta.
Valeria se asusta al ver a Isabel inconsciente y al ver que no despierta, corre a hablarle a Amalia.
Amalia dice a Rubén que la amistad entre un hombre y una mujer no es bien vista, por lo que le pide que no vuelva a acercarse a María y con más razón cuando se entera que se separó de su esposa y piensa divorciarse.
Valeria llega a avisarle a Amalia que Isabel fue atropellada; Amalia, Paloma y Rubén corren a ver a Isabel.
María no tiene humor para cantar, pero el Coloso la obliga a hacer un dueto con Santos.
Amalia está muy angustiada al ver a Isabel inconsciente, en el piso; Rubén aconseja que no la muevan y llama a una ambulancia.
La ambulancia llega por Isabel; Rubén dice a Amalia que su amigo, el doctor Merino, va a estar esperando a Isabel y mientras, él irá a avisarle a María.
Wendy invita a Bruno a cenar a su casa; Justo reprocha a éste que no haya ido a visitar a Michael; Bruno, al sentirse atacado nuevamente, decide irse y Wendy sale tras él, no sin antes decirle a sus padres que se está hartando de esa situación.
Michael es llevado a la enfermería de la cárcel, en donde lo espera el director con un fuerte dolor en una muela y le asegura que si lo cura, va a permitir que sea el dentista de la cárcel, pero si no, sus días en ese lugar serán muy difíciles.
Rubén llega al bar y pide a Ana que le avise a María que fue a buscarla porque Isabel tuvo un accidente.
María sale del escenario y Santos va a ir tras ella, pero el Coloso no lo deja.
Michael, sin radiografía y sin anestesia, logra hacer la endodoncia del director, quien se desmaya por el dolor, pero cuando recupera el conocimiento, está aliviado y dice a Michael que lo dejará en su nuevo consultorio.
Amalia y Paloma van muy angustiadas junto a Isabel en la ambulancia.
Desde el escenario, Santos y el Coloso se dan cuenta que María habla con Rubén y luego se va con él. Santos intenta ir tras ellos, pero el Coloso no lo deja y lo compromete para que siga cantando.
Bruno le propone a Wendy que se vayan lejos para empezar una nueva vida, ella acepta.
María está muy afectada al saber lo que le sucedió a Isabel; Rubén trata de consolarla.
Cuando Santos por fin logra bajar del escenario, Ana le avisa que Isabel tuvo un accidente y María fue al hospital. Santos sale corriendo hacia allá.
Don Concho está feliz por el espectáculo que dieron esa noche y le da un dinero extra al Coloso; ésta le cuenta que Santos se va al siguiente día a Los Ángeles.
Rubén y María llegan al hospital y se enteran que a Isabel le están haciendo una tomografía. Amalia acompaña a cada instante a la niña y le ruega a Dios que la salve.
Ana avisa a todos los demás mariachis lo que sucedió con Isabel; todos se preocupan al saber que la llevaron a un hospital muy caro; el Coloso dice a todos que tendrán que hacer una cooperación para ayudar a María. Cada uno de los mariachis va a su casa por el dinero.
Santos llega al hospital y María, al verlo, se arroja a sus brazos llorando; Rubén se pone furioso, pero no dice nada.
Don Concho se preocupa por la posibilidad de que Santos se vaya, pero Mirna le dice que no es la primera vez que lo dice y tal vez no lo haga; le exige que la lleve a cenar y le advierte que su relación se terminará cuando ella quiera.
El médico dice a María que tiene que operar a Isabel y necesita una transfusión de sangre; María se preocupa porque ellas no tienen ese tipo de sangre y confiesa que Isabel no es su hermana, sino una niña que dejaron abandonada afuera de la vecindad.