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[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Santos sigue bebiendo, desolado por haber perdido a María. Por su parte, María, en el bar, canta con gran sentimiento y es ovacionada.
Claudia, Aminta, Mariana y Andrea, un grupo de amigas, celebran la manera de cantar de María y la invitan a tomar una copa, pero, aunque ella se niega al principio, termina tomando con ellas.
Santos dice a Fernando que se va a entregar, porque sin su bonita, la vida ya no tiene sentido para él. Fernando le pide que no lo haga porque pueden matarlo, pero él le dice que ya está muerto. Fernando lleva a Santos, quien ya está muy tomado, a su cuarto en la pensión. Santos llora acariciando las sábanas que María le prestó.
María le cuenta a las mujeres con las que toma que in mal hombre la engañó y no piensa perdonarlo.
Las mujeres deciden llevarle serenata a otra de sus amigas, que también está sufriendo por un hombre.
El Coloso se entera de que María está tomando mucho porque vio a Santos, no puede creer que esté tan tomada y no quiere llevarla a la serenara, pero las mujeres dicen que si no va María, no los contratan.
Irazema trata de darle ánimo a Santos, quien no quiere seguir viviendo, ella le cuenta que una vez que quiso perderse, terminó en el bar Cruz de olvido, ya que a ese lugar llega todo el que quiera perderse para siempre.
El Coloso deduce que Fernando no llegó al bar porque está con Santos.
Santos toma de su cuarto el traje de Pedro, las sábanas que María le llevó y el sarape; se despide de Prudencia y Remedios y se va. Éstas quedan muy tristes porque lo ven muy mal y no lograron convencerlo de quedarse.
María, con la foto de Santos en la mano, canta con gran dolor para las demás mujeres dolidas.
Santos llega a un barrio bajo y contrata un cuarto en el bar Cruz de olvido, es un cuarto mucho más humilde que en el que estaba antes.
El Coloso está muy preocupado de que María siga bebiendo y no sabe qué explicación le va a dar a Amalia.
Las mujeres despechadas aconsejan a Pili, la de la casa, que queme todas las cosas del hombre que la engañó, todas le ayudan a sacar sus cosas. Luego arman un mono con almohadas y ropa de hombre y salen al jardín a quemarlo. María le pone la foto de Santos en la cara. Los mariachis les ayudan a prenderle fuego. María grita el nombre de Jorge Alfredo, y llorando, dice que no se volverá a enamorar.